La obra de Víctor Hugo Cortés es llevada a escena por Equipo Teatro y protagonizada por Silvio Rodas, Juan Carlos Moreno, Juan Carlos Cañete y Patricia Reyna.
Cascarrabias sube a las tablas tras 16 años: anteriormente fue realizada -en el 2005- bajo la dirección de Juan Carlos Cañete, ya con Moreno y Rodas como protagonistas pero acompañados por Amada Gómez y el recordado William Valverde.
Vuelve pero esta vez bajo la dirección de Patricia Reyna -quien se une al elenco en el papel de la enfermera-, mientras que el papel interpretado por William Valverde lo asume el anterior director Juan Carlos Cañete.
Cortés aborda en su texto la vida de tres viejos encerrados en un geriátrico. La obra se mueve por los problemas de la tercera edad entre dilemas, recuerdos y el delirio de estos personajes que resultan en inesperadas y entretenidas peripecias. El texto de esta versión es claramente intervenido con sucesos de la actualidad para conectar más con la audiencia.
La escenografía, de búsqueda realista, cumple su función al ilustrarnos el patio del geriátrico y se complementa con el vestuario también acorde a la situación -y con algunos detalles jocosos, como la leyenda “Viva la Vida” en la remera de la enfermera-.
Juan Carlos Moreno juega con la falsedad de su personaje para generar humor y es quien direcciona el tono cómico con gran habilidad de improvisación y agilidad en sus transiciones.
Juanca Cañete transforma su voz para crear su rol de hombre senil, jugando con las características clásicas del arquetipo. La sexualidad del personaje es llevada con respeto y sin caer en lo obvio u ofensivo; y aunque hay chistes homofóbicos, aterrizan de manera diferente al existir una representación real en escena.
Silvio Rodas presenta un bien construido personaje de viejo enojón que juega con quejidos y corporalidad que mantiene intacta de principio a fin, junto con risas guturales en cada movimiento.
Patricia Reyna aporta con sus intervenciones un aire particularmente sospechoso que colabora con la trama. Si bien tiene pocos momentos en el escenario, como nos tiene acostumbrados, llena los espacios con su potente voz.
Durante toda la obra es notorio el oficio que tienen los tres actores con buena energía y sinergia, algo que no es sorpresa ya que trabajan juntos hace años -además retomando la misma obra-.
Sí creemos que, así como se actualizaron las referencias de actualidad, también resultaba inevitable revisar algunos chistes que quedan desfasados ante la realidad social actual, aunque quizás es comprensible que se conserven si la intención fue reflejar el pensamiento de la generación mayor. Las transiciones poco dinámicas y la musicalización, si bien acompaña al tono cómico, por momentos se vuelven incómodas cuando chocan con momentos de mayor solemnidad o drama.
El clima de la obra va modificándose sin despojarse de su intención de hacer reír. Gran manejo del contraste y elementos de comedia. El final es un giro previsible pero que cierra la historia con una mirada positiva sobre la vida y las ganas de vivir.
Cascarrabias se despide este fin de semana en la Sala García Lorca de la Manzana de la Rivera el sábado y domingo a las 20 hs.
