Bajo la dirección de Santiago Palumbo, se presenta con últimas funciones esta obra protagonizada por varias figuras de la farándula paraguaya.
La obra claramente pertenece al circuito comercial que poco a poco se va distinguiendo y sumando fuerza en nuestro país, con un libreto escrito o bien, adaptado para que las figuras de la televisión y redes sociales que protagonizan el espectáculo hagan de las suyas en el escenario, utilizando los propios personajes que les valen la gran audiencia que les prefiere, aunque en algunos casos nos hubiese gustado una búsqueda un poco más técnica de un personaje diferente, pero claramente ese no es el principal objetivo de la obra.
Celso Franco, el mítico “Victor” de siete cajas, nos muestra que tiene un gran Don para la comedia y hace muy buena pareja junto a Nati Sosa Jovellanos, se percibe una química agradable de ver con gran facilidad que les brinda el oficio actoral. Sosa Jovellanos tiene, sin dudas el gran trabajo de ensamblar esta obra arriba del escenario con todas las grandes personalidades que debe conectar para hilar la historia, especialmente cuando algunos se lanzan bastante a la improvisación.
Este espectáculo está minado de capos cómicos nacionales, figuras tales como Silvia Flores quien realiza un personaje que va migrando entre cubano, paraguayo y brasileño, pero que poco importa ya que con su natural talento de comedia roba risas y momentos memorables durante la obra.
La Comadre, un personaje en sí mismo, con un aplomo natural en escena que nos deja boquiabiertos, demuestra su habilidad para improvisar y responder al instante todo sin miedo, haciendo incluso guiños osados que van más allá de lo que normalmente vemos en nuestro país.
Paletita, con ya bastante experiencia en el rubro de hacer reír, nos muestra el carisma de siempre que capta la atención del público, y hace que este se sienta relacionado con él, además del uso perfecto de ese hablar “paraguayo teete”., es grato ver como su personaje y las risas que saca van creciendo durante el transcurso de la obra.
Milva Gauto quien también en sí ya es un personaje, nos dejó con ganas de verla presentando algo más desarrollado y apreciar sus dotes actorales más allá de lo que vemos en su día a día. Pero como figura, brinda lo suyo desde el cambio de música en su entrada, su ímpetu, presencia y sobre exagerada pronunciación del inglés que es un gag eterno.
Antes de finalizar, queremos destacar la escenografía, la cual es una muy grata sorpresa que nos muestra la gran capacidad de escenario que tiene el teatro Latino. Una bella casa de paredes blancas con molduras incluidas e incluso apliques de luces que se encienden, un baño y plantas del frente de la casa te venden visualmente algo de gran calidad.
Finalmente, en cuanto al libreto la idea resulta interesante aunque tiene un desarrollo bastante simple y esperado, pero deja un muy bonito mensaje de amor, que incluso nos parece hasta osado de presentar frente al público paraguayo conservador, pero es tan osado como así también necesario.
La obra tiene tres últimas funciones este fin de semana, los Viernes y Sábados a las 21:30 hs y los Domingos a las 20:30 hs en el Teatro Latino, con entradas en venta en RED UTS.
