fbpx

Festivales de Cine 2025: Resiliencia y discurso en tiempos inciertos

Las nuevas ediciones de los principales festivales de cine —Róterdam, Berlín, Cannes, Venecia, Toronto y Nueva York— revelan una cinematografía que resiste y se reinventa frente a un panorama internacional turbulento. Aquí repasamos los estrenos más destacados, las tendencias políticas y sociales del año y la presencia latinoamericana en la escena global.

Por Maximiliano Sanguina.

Con las notables excepciones de Toronto y Sundance, situados en Norteamérica, Europa todavía mantiene el monopolio de los festivales de cine más prestigiosos del mundo. Dos de ellos, el Festival Internacional de Cine de Róterdam y el Festival Internacional de Cine de Berlín o Berlinale, se llevaron a cabo en los meses de enero y febrero, con una importante intención política y social que no se había visto en años. 

Fotograma de Magallanes, de Lav Díaz, estrenada en el Festival de Cannes 2025.

No es una sorpresa, claro; en los últimos años, las imágenes de los conflictos militares entre países como Rusia y Ucrania o Palestina e Israel han recorrido el mundo, y varios gobiernos mundiales ahora están presididos por ideologías de ultraderecha que amenazan con censurar la libertad de expresión, deportar a personas debido a su raza, religión u origen y vulnerar a comunidades minoritarias. Muchas personalidades del cine decidieron realizar un boicot en contra de la Berlinale, ya que Alemania apoya públicamente los ataques de Israel sobre el pueblo palestino.

Bajo las banderas, el sol, de Juanjo Pereira.

En Berlín también tuvo su estreno internacional la película paraguaya Bajo las banderas, el sol del director Juanjo Pereira. El filme, realizado enteramente con materiales de archivo recopilados y restaurados en todo el mundo, estremece con sus imágenes y sonidos sobre un Paraguay perdido en la dictadura del general Alfredo Stroessner. El régimen dictatorial de 35 años de duración está representado por escalofriantes imágenes – a veces distorsionadas – en donde Pereira nos invita a reflexionar sobre la capacidad de los seres humanos de olvidar tan pronto los horrores del pasado. Bajo las banderas, el sol golpea al espectador con la fuerza de un martillo y perturba con excelsa grandilocuencia sobre los fantasmas que todavía acechan sobre el pueblo paraguayo.

Little boy, de James Benning.

El jurado de competencia de Róterdam decidió premiar con el premio Tiger (su mayor galardón) al documental híbrido Fiume o Morte! de Igor Bezinović, que con un tono satírico reconstruye la ocupación del escritor Gabriele D’Annunzio sobre la ciudad de Rijeka tras la Primer Guerra Mundial. Años después, el trabajo artístico y político de D’Annunzio serviría de inspiración al mismísimo Benito Mussolini para instalar su régimen fascista en Italia. 

Debut, or Objects of the Field of Debris as Currently Catalogued, de Julian Castronovo.

Otras películas fuertemente políticas presentadas en la Berlinale fueron Hysteria de Mehmet Akif Büyükatalay, little boy de James Benning y Special Operation de Oleksiy Radynski. En Hysteria, una asistente de dirección se ve envuelta en un turbio complot luego de que los actores musulmanes de la película en la que trabaja descubren que el director ha quemado el Corán con propósitos «artísticos» y son acusados sin ninguna evidencia del robo del material filmado. En lo que parece casi una respuesta directa hacia las recientes controversias de la película nominada al Óscar Emilia Pérez de Jacques Audiard, Hysteria hace hincapié en el poder de las imágenes y lanza la pregunta: ¿a quiénes podemos representar con nuestra mirada? En little boy, el legendario cineasta alternativo James Benning explora la historia política de Estados Unidos a través de discursos de sus más recientes representantes. Y en Special Operation, el director ucraniano Oleksiy Radynski realiza un espectacular trabajo de montaje al descubrir videos de circuito cerrado de un grupo militar ruso que se instala en la antigua planta nuclear Chernóbil durante la ocupación rusa en Ucrania.  

Levers, de Rhayne Vermette.

La representación latinoamericana en Róterdam tampoco se quedó atrás en términos de resistencia, enfocándose en la comunidad LGBTQ+. ¡Caigan las rosas blancas! de la provocadora cineasta argentina Albertina Carri y Llueve sobre Babel de la directora colombiana-española Gala del Sol fueron presentadas ante el público holandés. La primera representa el séptimo largometraje de Carri, una de las directoras más prolíficas del Nuevo Cine Argentino, y que narra, a través de la estructura de una road movie, las peripecias de una directora de cine erótico lésbico que, desencantada con la dirección hacia dónde va su película, decide tomar sus cosas y realizar un viaje con sus colegas para encontrase a sí misma, con mucha tensión, diversión y suspenso por el camino. Una película maravillosa e impredecible que solo Carri puede hacer funcionar, ¡Caigan las rosas blancas! es un viaje sin destino tanto para los personajes como para el espectador. Por su parte, Llueve sobre Babel es una re-imaginación de El Infierno de Dante con un elenco queer, concebido coralmente por un grupo colectivo de artistas e intérpretes, en el que personajes variopintos lidian con fuerzas sobrenaturales en un bar tropical de Colombia. 

Brand New Landscape, de Yuiga Danzuka.

La representación LGBTQ+ también se tradujo en Berlín, con dos películas destacadas. La primera viene de Brasil: Ato Noturno dirigida por Marcio Reolon y Filipe Matzembacher, en donde un actor de teatro inicia un peligroso amorío con un político conservador, en el que ambos tienen un desenfrenado fetiche de tener relaciones íntimas en lugares públicos. La película no es tímida tanto en su contenido sexual como su señalamiento de los dobles estándares sobre los cuales muchas figuras políticas se esconden en Latinoamérica, solo para terminar siendo desenmascaradas por su propia falsedad. La otra película destacada es Queerpanorama del hongkonés Jun Li, en el que un joven hombre toma la identidad de los hombres con los que tiene intimidad física, trayendo la anterior identidad a su siguiente encuentro, sin darse cuenta de que, poco a poco, se está perdiendo a sí mismo en el proceso. 

What Does That Nature Say to You, de Hong Sangsoo.

La creatividad independiente y minimalista tuvo como mayor representante al filme presentado en Róterdam Debut, or Objects of the Field of Debris as Currently Catalogued del director chino-estadounidense Julian Castronovo, que, con un bajísimo presupuesto, realiza una brillante obra detectivesca sobre un personaje que intenta descubrir que sucedió con un cineasta – el mismo Castronovo – luego de su abrupta desaparición investigando para una película. La imposibilidad de hacer una película nunca se vio tan bien realizada como en Debut, y sin duda Castronovo representa la indudable llegada de una mirada artística única y admirable. 

Frank Dillane en Urchin, de Harris Dickinson.

Desde la costa sur de Francia, en el Festival de Cannes, se estrenaron dos prometedoras óperas primas en la sección Una Cierta Mirada. La primera, Urchin, del reconocido actor británico Harris Dickinson, narra con emotiva sensibilidad las peripecias de un joven adicto llamado Mike, interpretado por Frank Dillane, que se alzó con el premio a Mejor Actor de la sección competitiva. La segunda, La Misteriosa Mirada del Flamenco del chileno Diego Céspedes, se sitúa en el país natal del director, en los años 80, en medio de la crisis del VIH. En una pequeña localidad, una niña (Tamara Cortés) intentará defender a su familia de los lugareños, que creen que transmiten una plaga con solo mirar a otras personas. El filme latinoamericano se llevó el premio a Mejor Película de la sección Una Cierta Mirada. Mientras que, en la competencia oficial, películas cómo Eddington de Ari Aster y Sirāt de Oliver Laxe no dejaron una impresión duradera ni memorable pese a sus estilizados esfuerzos. 

Nuestra Tierra, de Lucrecia Martel.

Fuera de competencia en el Festival de Venecia, la ilustre cineasta argentina Lucrecia Martel presentó su anticipado quinto largometraje (y primer documental) titulado Nuestra Tierra. La película sigue el proceso judicial del asesinato del líder indígena Javier Chocobar en 2009 en Argentina, al mismo tiempo que, a través del impecable lenguaje audiovisual característico de la cineasta, invita a una profunda reflexión sobre la colonización en Latinoamérica y la propiedad de la tierra. Otra cinta latinoamericana estrenada en el festival fue En el camino del mexicano David Pablos, ganadora del premio a Mejor Película de la sección Horizonte. El filme explora una historia de amor, pasión, deseo y violencia entre un joven llamado Veneno y un camionero, por el que se ve magnéticamente atraído. 

En el camino, de David Pablos.

En el Festival de Cine de Toronto, tuvieron lugar estrenos internacionales y canadienses: la prolífica Rhayne Vermette estrenó su segundo largometraje, Levers, una impecable búsqueda visual con una premisa tan enigmática como su narrativa: los habitantes de Ste. Anne (ciudad que titula la ópera prima de la cineasta) se prepara para desvelar un monumento, cuando el sol se esconde inesperadamente y no vuelve a aparecer, iniciando todo tipo de situaciones extrañas y ominosas. Tras su paso por Cannes, la francesa Pauline Loquès estrenó Nino, su primera película, que sigue a un extraordinario Théodore Pellerin en el rol titular, interpretando a un joven que enfrenta una crisis existencial luego de ser diagnosticado con cáncer en la víspera de su 29º cumpleaños. 

Théodore Pellerin en Nino, de Pauline Loquès.

En el Festival de Nueva York, la argentina Milagros Mumenthaler estrenó su largometraje Las Corrientes, protagonizado por Isabel Aimé González y Esteban Bigliardi, una suerte de Desierto Rojo (1964) de Antonioni y La mujer sin cabeza (2008) de Martel, pero sin tanta sustancia. El reconocido cineasta filipino Lav Díaz estrenó en Norteamérica su esperada cinta histórica Magallanes, protagonizada por Gael García Bernal: una odisea épica que sigue al explorador portugués en su camino a colonizar todos los territorios sobre los que pisa tierra, en su camino a dar la vuelta al mundo sobre el mar. Díaz entrega una de sus mejores obras —la primera fuera de su país natal y en color— de la que seguro escucharemos más adelante. Por último, vale la pena destacar la película What Does that Nature Say to You, la 33ª película del surcoreano Hong Sangsoo, que parece cada vez menos preocupado por la resolución de la imagen e incluso el enfoque, aunque sin perder su estilo austero y su estructura dinámica.

En medio de tensiones políticas y cambios globales, los festivales de este año dejaron claro que el cine sigue siendo un espacio de cuestionamiento y resistencia. Más allá del glamour, las películas hablaron de un mundo en crisis y de una industria que se niega a mirar hacia otro lado.

Contact Us

We're not around right now. But you can send us an email and we'll get back to you, asap.

Not readable? Change text. captcha txt

Start typing and press Enter to search

A %d blogueros les gusta esto: