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Pinocho: La primera experiencia de autoteatro en una “nueva normalidad”

Creo que todos los que estamos relacionados al arte teatral nos reímos sarcásticamente cuando desde el estado se planteó la habilitación del autoteatro, algo que parecía poco posible o poco ortodoxo de hacer y que sólo sonaba como una broma de mal gusto, pero hoy en día por las extremas condiciones del ambiente artístico, hasta lo impensable se ha llegado a realizar, e incluso podemos decir que la experiencia si bien es muy diferente, es realmente muy buena.

Pinocho estrenaba a inicios de este año en el Teatro Latino, la historia clásica del niño de madera que quiere convertirse en un niño de verdad, pero primero debe de aprender la lección de no decir mentiras. En esta versión, Pinocho, saliendo de lo que conocemos popularmente dentro de la historia, además se enfrenta al dilema de no solo querer ser de carne y hueso, sino también de que a diferencia de lo que quiere su padre, Gepeto, no quiere seguir una carrera convencional, sino que quiere ser artista.

Raul Dionisi protagoniza la obra con un evidente trabajo corporal en cuanto a la construcción del personaje, que convive de forma divertida con el tierno Gepeto, interpretado por Ronald Von Knobloch, el muy paraguayo Pepe Grillo, Luis Troche, el antagonista de esta historia, el gato, interpretado por Mario González Martí, y la dulce Hada Azul, Eliane Quesnel. Cabe resaltar que los actores, además de interpretar estos personajes, también toman otros roles durante la obra.

Se realiza una fila que es amenizada al más estilo clown con los grandes referentes del mismo Bochin Teatro, haciendo música y dando vueltas en monociclo alrededor de los autos que van llegando. Así también son los encargados de darte las instrucciones:

Los autos son acomodados en media luna frente al escenario en sobre fila, en la primera (adelante), los autos, en la segunda las camionetas, con mozos que te acomodan y te entregan una carta de comidas y bebidas, si alguien quiere comprar algo simplemente enciende las luces de stop del auto.

Algo que nos tenía curiosos era el hecho que cuando vimos la obra a inicios de año, recordábamos que la misma estaba muy enfocada a generar participación del público y como el arte siempre encuentra la forma, esta vez, además de los gritos de los niños, se anima a los padres que participen ayudando a sus niños haciendo sonar las bocinas y cambiando las luces de los vehículos contestando las preguntas de los personajes..

La obra tiene 2 últimas funciones en el Autoteatro ubicado al costado de la Costanera, no muy lejos de la zona del Hospital La Costa, con entradas a 110.000 Gs por vehículo que admite hasta 4 personas dentro.

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