Lali González se despidió momentáneamente de nuestro país, rumbo a Buenos Aires, con un show unipersonal presencial de tres únicas funciones, pero que hoy está disponible en formato On-Demand vía Screenpy.
DJ Pasto establece el tono de la noche con un mix que recordará a muchos sus épocas doradas y que ayuda a distender la previa al ingresar al Teatro. La sala, de 800 butacas, hoy sólo habilita por protocolo unos 75 lugares -ya que a alguien en el Ministerio de Salud se le ocurrió que ese es el número mágico que nos protegerá de todos los males-.
Un imponente montaje de luces da inicio al show. Lali González ingresa desde la escalera principal con un look alla Tomb Raider o -más precisamente- Matrix, ya adelantado en su muy bien producido tráiler.
Lali sostiene este unipersonal que combina el stand-up con pequeños sketches acerca de su vida, permitiéndonos conocer el backstage de lo que vemos en sus redes sociales, y contándonos -con sinceridad y humor- el momento en que Adrian Suar la invitó a formar parte de un proyecto de ficción en Argentina, lo que disparó la necesidad de este espectáculo de despedida “a beneficio”, como indica la comediante.
Tras dos shows que giraron alrededor de su experiencia en la etapa de maternidad -el show en vivo Primeriza y el último Una Mami en Cuarentena-, este material nuevo se distingue por sus dos temas centrales: las anécdotas que nos permiten conocer un poco más sobre la actriz; y por otro lado, el contraste entre las diferentes épocas de la vida, específicamente entre los 20, 30 y 40 años, y las experiencias que vivieron las personas en los años 80, 90 y la actualidad.
Si bien la puesta del show es sencilla, el carisma de Lali, su control escénico y su naturalidad logran que la audiencia conecte y la acompañen con risas y aplausos. El espectáculo apunta a un público mayor de 25 años, capaz de entender por completo las referencias culturales nacionales retro. Estos guiños al pasado brindaron, además de muchos momentos hilarantes, una gran nostalgia al comparar inevitablemente las décadas pre-Internet con esta nueva era tecnológica.
Eso sí, hubiese sido interesante un hilo conductor fuerte que integrase tanto el contenido presentado desde la promoción del espectáculo como el material del tráiler mismo, uniéndose bajo un concepto general que que no dé lugar a cabos sueltos. De todas maneras, es un show ideal para disfrutar en familia, para recordar y hasta para discutir con las generaciones nuevas, que podrían sorprenderse con las cosas que hacíamos antes.
El show se filmó durante una función en vivo con público, bajo los protocolos de bioseguridad dispuestos por el Ministerio de Salud.
El espectáculo está disponible para verlo On-Demand en la plataforma digital www.screenpy.com, a un costo de Gs. 70.000.
