Un espectáculo que agrupa al tango en todas sus formas, protagonizado por Marissa Monutti, Carmen Briano y Marcela Gilabert y con libreto de Pablo Di Génova, se despide este fin de semana de la Alianza Francesa.
Claramente un show al que sólo podemos acceder por la diversidad de artistas que tenemos en Asunción. En este caso, una puesta llevada por tres importantes actrices argentinas que no sólo viven en Paraguay sino que también han dado su trabajo a la escena local, y que esta vez lideran este espectáculo con sabor al país que las vio nacer.
El libreto de Pablo Di Génova toma como punto de partida las historias que guardan las letras de los tangos clásicos: los sentimientos encontrados, el amor que fue, el que no pudo ser, pero su eje principal es la creación de la figura de la mujer frente a esas historias. Di Génova las ficciona otorgándoles un comienzo, un punto de partida, una inspiración o un final, en un texto rico en imágenes y aromas que nos transportan a los bares, cafés y barrios de Buenos Aires.
La obra cuenta con la voz del maestro Oscar Pane, que se ausentó en la función que asistimos por motivos de fuerza mayor, pero quien tomó su lugar fue la cantante Daisy Lombardo, con un excelente control de la voz y un tono acorde al estilo. La danza hace su aparición con Elías Miranda y María José Id, bailarín y bailarina que cobrarán un rol importante para establecer el tono y otorgar más dramatismo o distensión a lo que se va narrando o lo que está por venir, con una coreografía que no parecería sumamente elaborada a simple vista pero que funciona bien en el escenario despojado.
Protagonizan el cartel Marisa Monutti, Carmen Briano y Marcela Gilabert, quienes además de interpretar los textos, se lanzan a bailar unos pasos de tango. Briano resalta por su hermosa y melodiosa manera de declamar, con una gracia muy propia. Monutti, por su pícara y simpática presencia. Ambas presentan varios personajes, contrastantes entre escena y escena, con un divertido número cómico entre ellas.
Pero quien realmente destaca es Marcela Gilabert, que va un poco más allá y destila entrega en escena más allá de la forma, llenando sus palabras de emoción en sus momentos dramáticos. Gilabert, además, interpreta la farsa de un personaje masculino, jugando con el estereotipo porteño y demostrando una gran versatilidad.
El espectáculo funciona casi como un varieté o music hall, con pasos dramáticos y cómicos y entremedios de show coreográfico, coronado con el canto que nos da un muestrario del tango como letra, como música, como danza y, sobre todo, sentimiento.
La obra es una producción de Magna y Maravichu Producciones y presenta sus tres últimas funciones este fin de semana en la Alianza Francesa de Asunción, con entradas a 80.000 Gs. Viernes y sábado a las 21 hs. y domingo a las 20 hs.
