Tras estar en un momento en que el teatro paraguayo parecía encontrarse en auge, la alerta mundial por el coronavirus vino a cerrar las salas no solo a nivel local, sino mundial. Celebrando el arte que nos apasiona hacemos una recopilación del panorama mundial, local, lo negativo la esperanza para el sector.
Según cálculos hechos gracias a los datos de Los Edda, el año pasado pudimos encontrar en la cartelera asuncena más de 100 obras, destacando que iniciamos Marzo con una fuerte temporada teatral de 8 obras, pero debido a la crisis mundial del Coronavirus y sin previo aviso, por disposición general, todas las salas y espacios teatrales tuvieron que cerrar sus puertas, cancelando funciones a diestra y siniestra.
Es clara la situación internacional de desesperación, imponentes productoras como Cirque du Soleil se ha visto obligada a tomar medidas entre darse a la bancarrota o despedir con seguro y temporalmente a 4,600 empleados, cerca del 95% de su fuerza laboral, a causa de las normas de distanciamiento social de esta pandemia.
Igualmente Broadway anunció la suspensión de los “Tony Awards”, las funciones de obras en cartelera recién se encuentran habilitadas a la venta para junio de este año. Intentando hacer lo posible para no apagar sus carteles, inicialmente incluso habían limitando la capacidad de las funciones a la mitad en las últimas semanas antes del paro general, en una industria que depende claramente del turismo y que vende 14,8 millones de entradas, según cifras aproximadas del año anterior.
La comunidad teatral paraguaya fue una de las primeras en cerrar sus puertas al coronavirus, tan solo al día siguiente del pedido de cuarentena, compartimos en nuestras redes los comunicados de prácticamente todas las producciones que instaban a las personas a quedarse en sus casas, a diferencia de varias discotecas, pubs y otros rubros de “entretenimiento”, mostrando así su solidaridad y compromiso del bienestar general de la población y su público. Igualmente la esperada ceremonia de los Premios Edda, será aplazada y probablemente reestructurada según la organización ya que pensar volver a llenar el Teatro Municipal de aquí a pocas semanas, no es una idea viable, pero aún así es necesario un momento de celebración y reconocimiento al trabajo de las producciones, mayores detalles sobre esto serán revelados en las siguientes semanas.
Varias disciplinas artísticas han intentado pasarse a lo digital buscando adaptarse, seguir creando y fidelizando audiencia además de buscar ofrecer entretenimiento y distracción a la ciudadanía de la complicada realidad, observamos una inmensa cantidad de flyers nacionales e internacionales de grupos musicales que han dado conciertos online, sitios que han habilitado su acervo, bibliotecas, entre otros recursos y plataformas. Opciones como teatrotecas digitales se hacen presentes, en las que uno puede ser espectador a través de la pantalla de una obra a la que normalmente capaz no podría acceder de manera presencial, otorgando una experiencia hasta diferente pero que nunca será igual a ir a un espacio teatral, porque el hecho que sea en vivo es algo intrínseco de este arte, que nos da la posibilidad de vivir experiencias efímeras, únicas e irrepetibles, el verdadero de edición limitada y exclusiva, pero de manera inclusiva.
En nuestro país según el Centro Paraguayo de teatro 1200 personas han dejado de percibir ingresos, el 63%, es decir, 756 de ellos, no tiene otro ingreso además de brindar sus servicios profesionales dentro de una obra o la enseñanza de este arte, ya que las clases también se han detenido indefinidamente con escuelas buscando maneras alternativas para no dejar a la deriva a sus alumnos apenas iniciado el año escolar. Más de 1.700 funciones y shows fueron suspendidos representando un aproximado de 85.000 entradas no vendidas, dejando de circular en la economía un monto total de 4.250.000.000 Gs.
No era necesario entrar en una crisis como esta para ser conscientes de la precaria situación del sector que aún así ha logrado grandes cosas por sí mismo, a pesar de la poca ayuda del estado, no sólo en cuanto a fondos sino también por la falta de interés de proteger a las personas vulneradas que activan en este arte, necesitamos leyes y normativas que las protejan, garanticen y amparen su trabajo, calidad de vida, su salud y hasta reconocimiento. Es gente que ha decidido dar su vida para defender la cultura nacional e internacional, interpelando a la sociedad como incluso un proceso de retroalimentación sumamente importante.
En una visión un poco más alentadora, nos queda recordar que aún hay fondos municipales que no se han ejecutado por su entrega tardía el pasado año, los resultados del Fondo Municipal que esperamos con esperanza que sigan en pie tras la cuarentena, el Fondec y los Fondos de Cultura de la Secretaría Nacional de Cultura que fueron anunciados hace poco tiempo, aún así esperamos que el estado y sus organismos pueda brindar una solución factible para todas las personas que han quedado desprotegidas ya que son el motor del arte convirtiéndolas en un patrimonio totalmente digno de protegerse.
Con todo lo que hemos expuesto en este artículo y todas las malas noticias a las que estamos sobreexpuestos en redes, el panorama se ve desalentador, pero si hay algo de lo que estamos seguros es que esto no es ni por asomo el fin del teatro. Hemos leído en un medio español que ni durante la guerra, el teatro, ha cerrado sus puertas y es que el mismo ha existido incluso antes de la iglesia, sobrevivió al cine, a la televisión, la dictadura y hasta al streaming. El Teatro morirá el día en que la humanidad deje este mundo, porque como escuchábamos recientemente en una tremenda obra de teatro, “para que exista un momento teatral sólo debe haber alguien que haga una acción teatral y una persona que la mire”.
Es teatro es tan especial que es imposible hacerlo solo, es imposible hacerlo a distancia, existe simplemente gracias a la unión. Una vez que termine la crisis, la emergencia, y el distanciamiento social, estamos seguro que nos encontraremos viviendo ese presente perfecto, ese momento donde en una íntima sala el aire se vuelve tenso para estallar luego en risas o en lágrimas, esa conexión única e irrepetible que se da gracias a que todos los presentes decidimos tomarnos la licencia de la realidad para escuchar, ver, creer y sentir lo que nos están contando y vivir con los creadores ese único momento. Ojalá y esto sea más pronto de lo que esperamos, que las luces se vuelvan a encender y que los telones físico o imaginarios se puedan puedan pronto volver a abrir.
Cerramos esto con un segmento del mensaje del día del teatro 2020.
En el mundo de hoy donde la intolerancia, el odio y la violencia están en aumento, nuestro planeta se está hundiendo cada vez más en una catástrofe climática, necesitamos reponer nuestra fuerza espiritual. Necesitamos luchar contra la apatía, el letargo, el pesimismo, la avaricia y el desprecio por el mundo en que vivimos, por el planeta en el que vivimos.
Shahid Nadeem (Pakistán)
El teatro tiene un papel, un papel noble, debe dinamizar y hacer avanzar a la humanidad, ayudarla a levantarse antes de que caiga en un abismo.