El clásico de Sófocles adaptado por Juan Méndez es llevado a las tablas del Arlequín Teatro bajo la dirección de Alberto Pereyra y protagonizado por Roxana Lezcano.
La adaptación está caracterizada por la dinámica escénica con una renovada mirada sobre los personajes que articulan la trama trágica a través de un relato poético, desnudando así sus naturalezas imperfectas, que los conducen hacia el inexorable cumplimiento de las profecías de la trilogía Tebana.
Como todo clásico universal, Antígona es una obra que sigue vigente representando luchas que desde el ayer aún siguen en pleno combate encontrando nuevas armas o diferentes campos de batalla. Juan Méndez desestructura el texto de Sófocles en una versión dinámica con la estética poética de Mónica Laneri y el poemario de Tumbas que cantan.
La tragedia que se hace presente en Tebas en esta adaptación que es contada por solo cuatro personajes, con un lenguaje particular ya que al texto clásico y a la poesía se le ha agregado una partitura corporal e incluso una coreografía aérea que van colaborando con el relato de cada uno de los personajes. Una propuesta particular y diferencial en este caso traída por el director Alberto Pereyra, quien dirige la puesta con la colaboración del autor de la adaptación.
Roxana Lezcano una fuerte, rebelde y desdichada Antígona que con su potente voz, su calidad y agilidad en cuanto al movimiento y su gran presencia en escenario se lleva los mas fuertes aplausos del público. En escena hace frente a Creonte interpretada por Juan Méndez con una voz rasposa y una poderosa corporalidad de un hombre que ha tomado el poder por la puerta pequeña. En escena podemos ver un épico enfrentamiento de este dúo que captura una fuerza impresionante que va creciendo.
Alberto Pereyra como un adivino que trae la sabiduría de los oráculos, brinda una muy buena interpretación principalmente por la creíble ceguera que presenta su personaje. Por último pero no menos importante, tenemos a Maria Liz Barrios quien también brinda su potente voz pero acompañada de la inocencia y delicadez de Ismene, cuya presencia atrae fuertemente la atención por el peso que tiene en escenario.
Un buen planteamiento de luces que sectoriza los diferentes puntos del escenario combinado con diferentes nivelaciones complementan el dramatismo del movimiento escénico, acompañado además por sogas que forman parte de la misma coreografía.
La obra se despide este domingo 13 de octubre a las 20hs. en la sala del Arlequín teatro, sito en Antequera 1061. El costo de las entradas en boletería para el público en general será de 40.000 gs. Precios especiales para estudiantes de artes con un costo de 20.000 gs. (Solo en forma anticipada).
