La nueva obra escrita por Cesar Portillo, protagonizada por Katia Garcia, Gustavo Corvalan, Cerika y un interesante elenco, se estrenó el pasado viernes 2 de octubre para formar parte de la variada cartelera digital.
Si bien la temática de la obra viene un poco a contramano en estos días, ya que como país vamos navegando de extremo a extremo sufriendo por temporadas inundación o como ahora grandes sequías. Esta producción zarpó justo el día del anuncio de la apertura de los teatros que vino de forma tan inesperada como el cierre de los mismos, aunque con la oportunidad de seguir generando contenido virtual sobre todo por un alto número de personas que aún no se sienten seguras de poder “aglomerarse”.
Desde un inicio llama la atención el gran “burumbumbum” que generó la obra en cuanto producción, resaltando como primer aspecto que no se detiene en una historia vacía o vanal, de hecho todo lo contrario, tiene un fuerte mensaje social, lo cual no es sorpresa visitando algunas de las obras que presentó el dramaturgo y director, cuyas últimas obras de gran impacto han sido Camalote y su ópera prima Día de Visita. Esta nueva propuesta gira en torno un gran eje social y varios puntos de vista sobre un mismo tema, en este caso la inundación y la marginalidad en la cual prácticamente se obliga a vivir a la gente del bañado cuando suben las aguas, además de la desigualdad, discriminación, la verguenza y probreza, todo esto contado por una variedad de personajes como el autor nos tiene algo acostumbrados.
La obra de algún modo adquiere un saborcito a teatro popular por momentos, especialmente por personajes que ya los tenemos registrados y a los que hemos visto varias veces como una parodia, pero los mismos contienen el componente de actualidad en esta versión. Sumado a lo recientemente mencionado, la obra nos presenta un enorme universo de personajes, de hecho casi todos los actores interpretan más de un personaje, teniendo una gran oportunidad de mostrarnos su versatilidad para entrar y salir de una piel a otra.
Gustavo Corvalan nos trae principalmente un personaje que básicamente ya lo tiene bajo la manga y siempre funciona, aunque ya no llega a sorprender; algo que tiene en común con el personaje que lo acompaña en escena durante toda la historia interpretado por Kathia García, quien fue dotada de una escena más que especial casi al final de la obra donde destaca por encima de todo el elenco logrando un momento íntimo muy fuerte con el que nos hubiese gustado que haya finalizado la puesta.
Hector Gonzalez no traer a su icónico personaje Cerika, en tono de farsa, que por momentos se ve como fuera de lugar hasta que se empieza a entender su incidencia dentro de la historia. Así también uno de los trabajos que nos gustaría destacar es el de Dani Willigs, que con pequeños cambios en su corporalidad encuentra la manera de otorgar una construcción relativamente diferente a lo que nos tiene acostumbrados y por sobre todo destacando que la misma es creíble.
Es interesante y en oportunidades incluso estratégico permitirse traer figuras nuevas y externas al ámbito teatral, pero esto debe de llevarse con cuidado. En este aspecto Bia Barrios destaca especialmente desde su primera escena permitiéndonos visualizar una transición con búsqueda en cada personaje que presenta durante la obra, acompañada de Jazmín Mernez que se estrena en las tablas con esta obra.
No podemos ignorar la importancia del hecho de contar con una actriz trans, Fabu Olmedo, a quien conocemos más en su faceta como cantante pop aunque ya la hemos visto actuar en otras ocasiones, lo que brinda un gran valor a la historia, contribuyendo justamente a la visibilidad y a la opción profesional, por parte de una minoría marginalizada, tema que vemos presente de manera muy explícita dentro de la obra.
Hablando sobre el trabajo de Cesar Portillo, en esta obra específicamente brilla más la dramaturgia que el trabajo de dirección, esto debido a ciertos momentos que no son del todo coherentes dentro del planteamiento realista que propone, dando un ejemplo la presentación ciertos personajes al inicio de la obra lo cual viene de un estilo de comedia más “farandulero”, entre algunas decisiones que sentimos se pudieron haber aprovechado más asumiendo las cámaras para lograr tomas más llamativas y dinámicas para la audiencia.
Inundadas es una obra que si bien funciona en formato digital, sería fantástica verla en forma presencial, un poco más adelante con un público presente que otorgará una energía y dinámica diferente a esta comedia.
La obra sigue disponible en Streaming con entradas en RED UTS con entradas a Gs. 25.000