La directora nominada al Edda para mejor dirección por el Hijo de la Novia, éxito teatral 2018, nos cuenta sobre el trabajo Con «La Luna», obra que tuvo sus inicios hace 17 años y que la sigue enamorando.
La obra fue una idea que nació en el año 2001 cuando Tana enseñaba actuación en el primer año de la escuela de Arte Dramático Roque Centurión Miranda del Instituto municipal de Arte.
“Empezamos a investigar la noche, los personaje de la noche, las cosas que nos generaba la luna y ahí nacieron historias lunáticas, una obra que se realizaba en el aula más grande del IMA, con unos focos colgando y una atmósfera tan hermosa que creo fue una de las obra que me marcó justamente por eso.” – Tana Schémbori
En el 2011, diez años después, la directora y docente vuelve a plantear el mismo ejercicio ya con los alumnos del tercer año de su escuela, el TIA, tomando textos de la antigua puesta y uniéndolos con nuevas escenas, es ahí cuando nace propiamente “La Luna” con la estructura que se repitió el año pasado, con la octava promoción de la escuela.
“Cada grupo da su impronta a la obra, y lo diferente que tiene el trabajo de este año es que se trabajó en espejo, se formaron dos grupos de alrededor de 30 personas, se repartían las acciones teatrales y los actores podían verse reflejados en los compañeros corrigiendo cosas” – Tana Schémbori
La obra realmente tiene un encanto visual muy potente que se sostiene justamente gracias a la cantidad de personas en el escenario, las figuras, imágenes y movimientos que giran alrededor de las escenas que van mutando haciendo diversas combinaciones entre lo ocurrente y lo reflexivo.
“Yo estoy enamorada de la obra, siento que se reinventa con gente nueva y el grupo me generaba las ganas de repetir.” – Tana Schémbori