El director francés Just Philippot estrena en Netflix su nueva cinta de terror sobre una familia y su inusual pero efectiva forma de llevar adelante una granja de saltamontes.
Tras la muerte del padre, una familia convierte su granja en un vivero de saltamontes comestibles. Cuando la madre se da cuenta de que ninguno de sus cuidados especiales funcionan para el crecimiento y vivencia de los saltamontes, un accidente revela una forma poco inusual pero efectiva de criar a estos insectos.
Al principio de la cinta se nos presenta la forma de convivencia de la familia, además del acoso que sufren los hijos en la escuela a causa del vivero de saltamontes y la obsesión de la madre por salir adelante a cualquier costo. La fotografía ayuda a entender la depresión y la soledad de la madre, casi siempre encuadrada en planos muy abiertos, cubriéndola con luces artificiales cuando su psiquis se ve alterada por las complicaciones que atraviesa.
En cuanto a la trama, podemos decir que tiene un ritmo un poco lento: en partes la historia no parece avanzar y se detiene en detalles que parecen ser importantes pero que terminan sin tener un seguimiento.
Categorizada como una película de terror/drama, la cinta se centra más en la vida de los personajes que en lo que de verdad debería generar esos momentos de tensión y horror: los saltamontes. Sí, ellos están presentes tanto visual como sonoramente a lo largo de la cinta, pero cuando pasan de ser totalmente inofensivos a amenazar la vida de todos, no se produce ningún cambio tanto en el ritmo como en los personajes, como si no les afectara sino hasta que llega un personaje secundario que intentar asentar un tono más de suspenso.
La Nuée es una película que bajo la superficie tiene temas bastantes interesantes que quedan cortos al lado de su premisa y que no consigue tener tanta fuerza como pretende.
La Nuée se encuentra disponible en Netflix.
