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Selena la serie: Un retrato empalagoso de la vida familiar del ícono latino-estadounidense

Desde el momento que la popular plataforma de streaming anunció que se estrenaría una serie sobre la icónica cantante, todos quedamos emocionados por ser un símbolo latino que hasta el día de hoy se mantiene vivo a pesar de su temprana y trágicamente, pero el resultado final llenó nuestras expectativas?

El viernes 4 se estrenaba oficialmente “Selena la serie”, con la imagen de la actriz Christian Serratos en la piel de Selena Quintanilla con un parecido bastante importante y un buen trabajo de caracterización e interpretación que profundizaremos más adelante. Esta producción de Netflix junto a la familia de la cantante es una versión autorizada de la vida de la artista, ya que existe otro material “no aprobado” en otra plataforma streaming que nos gustaría también conocer para poder comparar las versiones. 

La serie se presenta en un formato de novela, con  fotografía de sitcom disney latino, mas  que serie propiamente dicha, ya que muchos probablemente esperábamos un resultado similar al de “Luis Miguel, la serie” en cuanto a la forma de relato, por lo que debemos conocer de buenas a primeras que más que una serie biográfica es anecdótica, que pretende por sobre todo enfocarse en la familia de la cantante y la lucha de la misma para poder salir adelante con sus sueños y el talento del grupo entero que posteriormente impulsaría la imagen de Selena. 

Debido a la dirección de este trabajo encontramos varias cuestiones que nos distanciaron e incluso por varios momentos perder el interés en la historia que se presenta de manera sumamente idealista en la que por sobre todo reina un romanticismo pintado hacia la familia Mexico Estadounidense, intentando forzar durante toda la temporada el reafirmar las raíces latinas de esta familia pero en un formato sumamente estereotipado, casi ni siquiera tocando temas escabrosos ni sobre la familia ni sobre la sociedad o el racismo existente, más aún en las décadas de los 70 y 80 

Cuestiones técnicas como las decisiones de tomas de la cámara fuera de la casa como una serie de Disney Channel, el montaje de sets cotidianos presentados de manera sumamente ordenada y perfecta en la que mismo dentro del hogar uno no encuentra absolutamente nada fuera de lugar, cortan la ilusión y realismo de la historia, así también el descuido estético como las pelucas incómodas a la vista que utilizaron para el personaje de la madre en un intento de mostrar el paso del tiempo. 

En lo que respecta la historia de Selena, descubrimos que en realidad el foco central de toda esta primera temporada, y se nota que sin querer, fue en el padre y la relación con sus hijos, sobre todo el de la hermana mayor Suzette, dejando a Selena como en un segundo plano donde solo la vemos acatando  órdenes con intervenciones poco muy relevantes para la continuidad de la trama. Es así que en determinado momento nos hicimos la pregunta sobre qué o quiénes son los verdaderos protagonistas de esta serie por el poco protagonismo real de Selena, al no poder ver el proceso de su crecimiento, frustraciones debido a las restricciones que fue sometida, el despojo de un desarrollo adolescente normal, donde se la retrata de manera perfecta al retratar solo la parte buena y humilde de su personalidad. 

Lo verdaderamente defraudante de esta producción es el hecho de que no se presentan los problemas reales de una forma que más que encontrar conflictos se muestran en cada capítulo anécdotas que siempre se resuelven a favor de la familia, sin resentimientos, ni una pizca de picante, nada ni meramente oscuro que pueda dar algo de humanidad o credibilidad a los personajes, en una trama cargada de victorias y logros sin mencionar momentos como en la vida real cuando fueron abucheados por sus canciones en inglés, conflictos con la audiencia, pintados en la serie como simples momentos en los que el público solamente permaneció callado o poco participativo. 

La forma en la que la serie es relatada se siente muy alargada, enfocada en detalles que no aportan mucho y omitiendo el desarrollo de los personajes y su relación entre sí, creando momentos donde uno no comprende sobre quiénes son los que conformaban la banda, en qué momento las relaciones se volvieron muy cercanas como la del hermano A.B. y Pete que más adelante decidió dejar la banda para convertirse en solista, o la del guardaespaldas que incluso mencionan “siempre estuvo presente”, pero como espectadores lo vemos por primera vez dejándonos confundidos. 

Si bien podemos seguir escarbando en cuestiones que nos alejaron aún más de ganarle un cariño a esta serie como los finales inconclusos de cada capítulo y la poca expectativa que generaba con esto, también queremos resaltar los aspectos positivos de la producción. 

El trabajo de fotografía, que resulta interesante porque por momentos es como que la fotografía trabaja de manera diferente o ajena a lo que es el relato de la historia, pero con una muy buena calidad, así también el hecho que introdujeron a lo largo de la temporada, escenas como sacadas de la televisión de la época en donde por momentos nos hicieron dudar si utilizaron el material real y si veíamos a Selena o a la actriz que la interpreta. Todo esto mostrando un glam latino que se aprecia desde la apertura de cada episodio con los colores rosa y neón que marcan el estilo optimista que refleja el color de la serie. 

Así también el trabajo de interpretación y caracterización de Christian Serratos es muy bueno, se aprecia que hubo observación, investigación y construcción de personaje basado en lo que llegamos a conocer de Selena con su tono de voz, la cadencia, gestos e incluso la risa, coronados por los vestuarios y looks muy fieles a la realidad y cuidados en detalle por lo que pudimos comparar viendo videos de youtube. 

Nos dejó pensando bastante sobre lo que realmente se quiso compartir con esta serie puesto que al ser una versión creada y aprobada por la familia, como ya lo mencionamos, además de romantizar las historias, resulta en un protagonismo forzado e innecesario en el que Selena queda como un accesorio, en segundo plano, sintiendo que no fue representada como la queríamos ver y con la crudeza o drama al que de pronto capaz estamos acostumbrados. La producción cumple su función de entretenimiento fugaz y superficial, pero quedamos con el sabor amargo en la espera de una segunda temporada que esperemos, con la popularidad que esta primera adquirirá, maximice sus recursos y enfoque mejor la historia. 

Selena la serie se encuentra disponible en la plataforma de Netflix. 

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