Tana Schembori marcó su regreso al teatro con El Hijo de la Novia, que estrenando en el Arlequín Teatro. Aquí te contamos nuestra opinión.
Rafael es el administrador de un restaurante italiano, el cual heredó de sus padres, e intenta equilibrar todas responsabilidades entre el trabajo, la familia y su noviazgo con Naty. Las cosas se complican cuando Nino, su padre le anuncia que quiere casarse con su madre por iglesia después de haber vivido toda una vida en concubinato.
Cabe destacar que esta obra es una adaptación teatral de la película dirigida por Juan José Campanella, teniendo así también la oportunidad de contar con la presencia de Fernando Castets (Co director y Guionista de la película) en el estreno, ofreciendo algunas charlas para estudiantes de teatro y cinematografía por Asunción y que mejor para traer de vuelta a la mayor directora del cine paraguayo a las tablas, Tana Schembori, que nos brinda una obra mostrando un cierto tinte audiovisual con un gran encanto.
En cuanto a la puesta en escena, se ha utilizado todo el escenario del Arlequin Teatro, y lo han transformado en la casa/restaurante/oficina de Rafael, donde todo pasa, y donde principalmente llama la atención la pared de cuadros familiares, constituida especialmente con fotografías de José Luis Ardissone y Myriam Sienra, quienes han compartido múltiples momentos en ese escenario en obras como la Laguna Dorada. Y es justamente este espacio de los cuadros donde todas las escenas con carga emocional se llevan acabo principalmente porque uno de los motores de la obra, es sin duda, la nostalgia, los asuntos pendientes y esa sensación de que todo ha cambiado.
Santiago Schaerer ilumina mágicamente todo estos espacios utilizando, por ejemplo, las ventanas por un lado, para ir marcando los diferentes momentos del día como también para ir acentuando las emociones de las diferentes escenas y elevando los momentos dramáticos, o volviéndolos aún más íntimos.
Sin duda este es un elenco no sólo numeroso, sino muy frente y con grandes nombres de la escena nacional, primeramente el protagonista, Hernán Melgarejo, que hoy día podemos verlo también en la pantalla grande en la escena inicial de la película leal, y que en esta oportunidad sale un poco de la seriedad de varios de los personajes en lo que lo hemos visito, mostrando un Rafael Belvedere, más carismático, chistoso y especialmente cercano, compartiendo escenas con grandes de la escena nacional como Myriam Sienra que se luce en la primera escena no solo por el humor de su personaje sino por su presencia en el escenario al recitar el poema de su personaje, el cual sufre ya de demencia senil.
José Luis Ardissone en este caso toma ese papel de abuelo que a todos se nos hace tan familiar, transmitiendo tanto afecto, siendo tan querible en ese personaje de hombre mayor enamorado. Sifri Sanabria, tras su papel de Lili en los buscadores, sube al escenario con un papel más maduro y que acompaña muy bien con el protagonista de la historia, con su insipiente carisma y actuación orgánica cómoda de ver y relacionarse.
También, Sin duda uno de los mayores destaques del espectáculo es Borja García Enriquez, con el personaje de Juan Carlos, y una desición de casting excelente, donde el actor se lleva grandes aplausos del público por el humor desbordante que lleva adelante con su personalidad ocurrente y jodona pero que aún así muestra su vulnerabilidad es una muy lograda escena. Cierra este elenco Luis Troche que junto a Karina Otazu y Santiago Rivarola, brindan bastante comedia entre escena y escena desde papeles más pequeños pero con mucho carisma.
La puesta es verdaderamente encantadora, una comedia familiar con mucho humor y corazón que habla de la reconciliación y el amor, que desde su estreno esta teniendo un gran éxito llenando sala.
La obra se presenta los Viernes y Sábados a las 21 hs. y Domingos a las 20 hs. en el Arlequín Teatro con entradas a 100.000 Gs. y anticipadas a 60.000 Gs. en Red UTS.
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