La obra escrita por Santiago Filártiga, bajo la dirección de Ale Szpecht, vuelve esta vez en su versión Online como parte de la programación la Semana de Teatro 2020.
La trama gira en torno a dos matrimonios que se reúnen para preparar la boda de sus hijos, casi excluyéndolos, tomando decisiones casi contra las ideas de los mismos contrayentes. Se trata de una comedia satírica acerca de los prejuicios, los rasgos más anticuados y las convenciones más hipócritas de un sector de nuestra sociedad.
“A la Luz” pertenece a la trilogía escrita por Filártiga Lamar denominada “Tres Tristes Tramoyas”, compuesta además por las comedias “En lo de Astrea”, estrenada el año pasado y Misión Cumplida, aún sin estrenar.
Dentro de esta trilogía, en esa oportunidad, el autor nos presenta un libreto que satiriza a la sociedad burguesa paraguaya, revelando esos bastante visibles monstruos de la alta alcurnia asuncena que muchas veces buscamos ignorar como si fuera tan solo un problema banal. Los apellidos compuestos, los clubes sociales, las asociaciones políticas, el “galanteo” machista y el moralismo hipócrita se combinan en este agudo texto de Filártiga, llevado a escena por Ale Szpecht, quien se estrena en esta oportunidad como directora con un trabajo bastante sólido, sostenido en una puesta simple, su visualización y en un elenco bastante bien elegido.
La puesta en escena se lleva a cabo en caja negra con la distribución de elementos claves bien seleccionados, teniendo en cuenta la forma y el color que realza la escena, especialmente un llamativo juego de sofás como elemento clave en la sala de tortura en la que puede convertirse la sala de estar. Estos muebles junto con mantas de intensos colores funcionan, además de decorativamente, para dividir los diferentes espacios, las casas de
las familias que se disputan la situación del inesperado matrimonio.
En cuanto a las actuaciones destacan los cuatro grandes protagonistas de esta historia, los padres de la pareja que está a punto de caminar al altar. El padre del futuro marido, interpretado por por Jorge Ramos, con apariencia, actitud y muecas dignas de una caricatura, nos presenta a este hombre elegante y excéntrico, mientras que, Regina Bachero, quien interpreta a su esposa presenta a una mujer explosiva tanto en carácter
como en sus reacciones, pisando fuerte desde el primer momento que sale a escena.
Del lado de la futura esposa, tenemos la otra pareja de padres, integrada por Calolo Rodríguez, que tiene como gran característica actoral una gran habilidad en el uso de su potente voz, el más mínimo suspiro se siente hasta más de la mitad de la sala y esto acompañado de su histrionismo, atrae directamente la mirada del espectador. Completa la pareja, María Celia Villagra, quien balancea la escena con una voz quebrada y una cadencia de diálogo y movimiento muy característico de la clase alta paraguaya que llena de delicadeza delicadeza a su personaje, pero también se la un toque, hasta se podría decir, siniestro.
Por último, quienes movilizan las intenciones de los padres, la joven pareja a punto de decir sus votos, interpretados por los jóvenes Gabu Zapata y Alan Licitra que acompañan correctamente en escena la historia, aunque frente a las grandes fuerzas actorales mencionadas anteriormente terminan algo diluidos, aunque brindan una vibra fresca a la obra y algunos momentos cómicos. La comedia brinda una perspectiva divertida e inteligente sobre los rituales sociales que a veces sobrepasan a sus protagonistas, convirtiéndose prácticamente en una negociación de
poder, tanto económico como social.
La obra se presentó en la Sala Ruy Díaz de Guzmán de la Manzana de la Rivera el Viernes a las 21 hs, Sábado a las 21 hs y el Domingo a las 20 hs con entradas en venta en Ticketea a 55.000 Gs.
