Cinco intérpretes, cinco versiones y notificaciones sorpresivas al celular son los ingredientes de Amor de cuarentena, de Santiago Loza, una ficción por WhatsApp.
Durante 14 días, a través de mensajes de WhatsApp se crea la ilusión del retorno de un antiguo amor, que ha decidido ponerse en contacto durante el aislamiento.
La experiencia llega en su capítulo Paraguay para brindar un verdadero viaje emocional de dos semanas. Amor de Cuarentena, bajo la dirección de Fátima Fernández Centurión y producción ejecutiva de Dulce Yanho, marca la vuelta de Vakapipopo Teatro, grupo que este 2020, cumple 10 años.
Ariel Galeano, Hernán Melgarejo, Diego Mongelós, Natalia Santos Vega y Guadalupe Lobo (actriz invitada) son las voces al otro lado del teléfono que aportan algunos rasgos de su cotidianeidad al trabajo actoral. La ficción y la realidad parecieran borrar sus límites en este proyecto que –de cierta forma- es un documento de estos tiempos.
El proyecto -además de entregar una experiencia sensorial única- tiene como fin apoyar a los artistas. El sector cultural es uno de los que más acompaña al público durante el confinamiento, pero es también uno de los más golpeados por la crisis sanitaria. Por esa razón, al igual que en los capítulos de Argentina y Uruguay, en Paraguay, una parte de la recaudación será donada al gremio teatral.
A pesar de las fronteras cerradas, el formato trascendió. Lo que inició en Uruguay, pronto tomó forma en Ecuador y llegó hasta Argentina, donde figuras como Dolores Fonzi, Jorge Marrale, Cecilia Roth, Leonardo Sbaraglia y Camila Sosa Villada conforman el elenco. Chile prepara su versión y en España, participarán algunos actores de La Casa de Papel.
Vakapipopo Teatro & Acción es un núcleo creativo. Congrega a trabajadores del arte que desempeñan varios roles dentro del ambiente escénico de Asunción. Actualmente, en una nueva etapa, vuelve a la búsqueda de lenguajes que cuenten la realidad del país, de la región, desde lo más pequeño y personal, que muchas veces termina siendo un fenómeno social que se vuelve grande, a veces gigante.
Las entradas tienen un valor de G. 40.000 y están en venta a través de la RED UTS. Parte de la taquilla será destinada al Centro Paraguayo de Teatro.
