La pieza que estrena la nueva plataforma Jahecha de la Alianza Francesa, escrita y dirigida por Daniel Gómez, protagonizada por Antonella Zaldívar y Jazmín Romero, bajo la producción de Ciudad Teatro, Menó Film con el apoyo de La Taza de Café Producciones.
El lanzamiento del primer afiche, digno de una serie de Netflix, logró de que esta nueva propuesta nos genere muchísima curiosidad. Desde un inicio destaca el trabajo de fotografía de Maik Flaming de alta calidad, que se puede apreciar desde la promo, combinado con un trabajo de arte impecable realizado por el mismo director Daniel Gómez en conjunto con Marcos Moreno, mostrando una paleta de colores cálidos, vibrantes y sumamente pop, tanto dentro de la cafetería como en los outfits de las protagonistas, con looks bastante trendy que rozan lo teatral pero que marcan un línea muy interesante fuera de lo que podemos ver en otros audiovisuales paraguayos.
Una excelente elección de locación, particularmente la cafetería o el “Bar”, que actúa de escenario para la presentación de la historia que transcurre acompañada de buenas decisiones respecto a las transiciones de escena, ángulos y planteamiento de luces que destacan y aportan al clima de momentos importantes dentro de la narrativa.
Uno de los factores resaltantes también desde un principio fue el elenco, conformado por Antonella Zaldívar, nominada a mejor actriz en la última entrega de los Premios Edda y de quien conocemos su trabajo en el mundo audiovisual por la miniserie “Desesperadamente Sara”, quien definitivamente lleva el peso principal dentro de la historia con su personaje “Simona”, con una actuación bastante orgánica y relajada que otorga credibilidad al personaje desde el primer momento que la vemos en pantalla.
Jazmín Romero interpreta a Elisa, compañera de trabajo de Simona, quién brinda con su personaje una interpretación más teatral que resalta por su gestualidad y expresividad, con muecas y gestos que vuelven cómplice al espectador en los momentos que rompe la cuarta pared y se dirige a la cámara directamente.
Por último integra el elenco Raúl Ruiz Gines, presentado desde el vamos como “el galán” de la historia, a quien tenemos la oportunidad de ver por primera vez actuando, en este caso como el chico del delivery, cuya presencia inicialmente se siente bastante natural ante cámara, que va presentando una historia con un giro inesperado y un momento “musical” que nos pareció un poco extenso, pero que aporta un quiebre entre las dos fuertes figuras femeninas que protagonizan la historia.
Si bien, encontramos ciertos elementos teatrales, es claro que el material está más del lado audiovisual de la línea que separa a estos dos formatos (líneas que en estos tiempos atípicos más que nunca se buscan lograr). Pero sí, son estos elementos los que dan un giro diferente volviendo a las escenas más especiales y resaltantes con un gran potencial de convertirse en una miniserie, hablando de la producción específicamente.
En sí, en cuanto a cuestiones de guión, el material es como una porción de la vida de dos amigas, que se cortó y expuso en pantalla, planteando temas cotidianos con los que fácilmente uno se podría conectar y con claras referencias actuales. Tal vez por limitar la duración en busca de mantener la atención del espectador, no se ha llegado a ahondar en los conflictos dentro de los 30 minutos que dura la puesta, lo cual te deja de alguna manera esperando por más.
Ante la pregunta por parte de seguidores al ver que ya tuvimos la chance de ver CandyBar: “Vale la pena?”, la respuesta es un sí, porque es un buen trabajo y una propuesta bastante entretenida que, como mencionamos, nos da un sabor a serie nacional, con mano de obra puramente local hasta en la música que no deja con ganas de más.
Pueden ver este trabajo desde la página www.jahecha.com.py, adquiriendo sus entradas a través del portal de la RedUTS, en el perfil de instagram de Ciudad Teatro también encontrarán un tutorial de cómo comprar sus entradas a un costo de Gs. 35.000. Obs: Apta para mayores de 13 años