La última cinta de Spike Lee es un drama sobre un grupo de ex-combatientes que regresan a Vietnam para recuperar el cuerpo de un amigo fallecido en ese lugar, así como un tesoro que escondieron allí hace muchos años.
El director no es ajeno a exponer los problemas de raza y ser particularmente político: así lo demostró con sus anteriores cintas She’s gotta have it, Malcom X; y en su última cinta, BlacKKKlansman, en que exponía la crueldad policial hacia las personas negras. En Da 5 Bloods expone una vez más estos abusos y las promesas de libertad que jamás fueron cumplidas por el gobierno americano.
El estilo cinematográfico de Spike Lee recurre con frecuencia a romper la cuarta pared, en momentos donde se precisa anunciar algo, como si el director tuviese la urgencia de hablarle directamente al público. Un ejemplo de este recurso en Da 5 Bloods es cuando Paul mira directo a la cámara y expresa lealtad hacia sus creencias: Lee usa este recurso para recordar a la audiencia que está viendo una película, una ficción; la confronta y busca provocar al espectador con lo que realmente quiere decir, cambiando la dinámica de un espectador pasivo a uno mucho más involucrado con la historia.
Para los saltos temporales, Lee juega con la relación de aspecto (el tamaño del ancho y alto de la imagen que vemos en pantalla). El presente fue grabado en aspecto standard 16:9, mientras que en las escenas del pasado la imagen “se corta”, para representar tanto la época como, según Spike Lee, “la misma sensación que la guerra provocó cuando fue televisada en su tiempo, ya que fue la primera guerra en ser televisada”. Esta técnica es bastante común para representar saltos en el tiempo, reproducir alguna época en específico; o para transmitir la sensación de encierro emocional -como en la famosa escena Wonderwall en la película Mommy de Xavier Dolan-.
Las referencias mencionadas en la misma película, como Rambo y Apocalypse Now, son adaptadas perfectamente al estilo del director: secuencias de acción bastante creíbles, el uso de la selva vietnamita como un personaje más; y los movimientos de cámara bruscos y desorientadores, sin renunciar a sus famosos movimientos en Dolly (un movimiento donde la cámara es puesta sobre una base movible).
El color rojo como simbolismo de la muerte es omnipresente: en las escenas actuales está casi siempre en el entorno, invisible para los personajes que intentan olvidar todas las muertes de las que fueron partícipes, pero a su vez siendo parte de ellos y de su vida diaria. Para las escenas del pasado, el rojo se presenta de forma más cruda: en las escenas de guerra la sangre y muerte no intentan esconderse, son exhibidas tal y como recuerdan los personajes.
En cuanto a actuación podemos resaltar la de Delroy Lindo como Paul, que destaca por su organicidad y la intensidad emocional que añade a su personaje. El cast en sí funciona bastante bien: los mismos actores actúan tanto los flashbacks como las escenas de la actualidad, sumándose Chadwick Boseman en un pequeño pero potente papel en los flashbacks.
Da 5 Bloods es un bien organizado y contado drama que, a medida que la narrativa sigue su camino, atrapa con buenos momentos de tensión y personajes perfectamente construidos que dan veracidad a momentos que parecen difíciles de creer.
Da 5 Bloods se encuentra disponible en Netflix
