Vuelve a escena “Todo sobre el Tatami”, obra dirigida por Roberto Cardozo con la producción del Tercer Espacio Colectivo Artístico y RO.CA Producciones. Sus últimas funciones serán los días sábado 10 y domingo 11 de abril.
Nos apropiamos caraduramente de una frase de la gacetilla de esta obra, porque realmente sentimos que refleja y resume a la perfección de lo que trata esta pieza escénica dirigida por Roberto Cardozo.
La propuesta tiene un inicio escénico más solemne que el de costumbre, y si bien el teatro se puede considerar de por sí un ritual, el marco de esta pieza nos presenta a todos los intérpretes realizando un saludo antes de ingresar al espacio, el cual tiene una disposición muy particular, en clima de entrenamiento con el Tatami (Alfombra de polietileno, basada en las esteras de las casa japonesas), ubicado en el centro con el público a ambos lados enfrentados, como si fuéramos a ver un torneo de artes marciales.
Se representa ante los espectadores un entrenamiento tal cual como lo podemos ver en la cotidianeidad de lo que conocemos como disciplina deportiva, trotes, vueltas y caídas, con la diferencia que conforme transcurren los movimientos lo personal comienza a descubrirse desde el interior de estos cuerpos, a través de pequeñas y grandes revelaciones, preguntas fragmentadas lanzadas al espacio sin respuesta directa, textos literarios, cantos religiosos y poemas.
En medio de este simulacro de entrenamiento, la mitad de los intérpretes, Cala del Puerto, Rodolfo Gómez y David Rodríguez, abandonan el piso de goma hacia los extremos, iniciando la instrumentación musical que debemos confesar, nos fue totalmente inesperada, conformada por un órgano, saxofón, pandereta, guitarra y cajón, en una composición de sonidos que trabajan de manera cohesiva y cooperan con la puesta especialmente con la percusión el saxo y la guitarra, destacando el trabajo interpretativo de los músicos durante toda la puesta.
El tatami como piso de entrenamiento se convierte en recipiente para el material, conformando un campo de batallas internas de cada uno de los que se encuentran dentro de él. Los intérpretes del espacio rehuyen a las confrontaciones y lo que no se expresa en palabras, estalla en el cuerpo.
Los movimientos del jiu jitsu brasilero se combinan y de a poco van tomando rasgos de la danza contemporánea, de breakdance y el clásico libre, lo cual podemos notar principalmente en una escena que da una sensación de batalla en la cual las intérpretes se ven desafiadas y desafiantes entre ellas.
Las mujeres del elenco toman el protagonismo del espacio, Jazmín Derbas, Paola Ferraro, Gloria M. Morel, atravesando temas tabú como la exploración de los roles sociales pasando por la sexualidad, revelando a las personas tras la figura profesional al són de la musicalidad que maneja el ritmo, los tonos e intensidades.
La dirección de la puesta utiliza distintos lenguajes, dentro ellos elementos clave que se presentan en escena de manera astuta, un ejemplo de esto es el aprovechamiento del vestuario y transformarlo en utilería brindándole diferentes significancias como cinturones que se transforman en cuerdas flojas y mordazas.
El trabajo de iluminación de Martín Pizzichini colabora con detallar el trabajo corporal, variando de una iluminación plana, como si se tratara de una “luz de trabajo” a un planteamiento más detallado donde destacan calles y rasantes que resaltan las siluetas en el movimientos de las intérpretes.
Las presentaciones serán realizadas a las 20 horas, en Sala La Correa (Gral Diaz 1163 casi Don Bosco). El precio de la entrada es de 50.000 guaraníes con promoción para estudiantes.
