Silvio Rodas y Juan Carlos Moreno protagonizaron la obra escrita y dirigida por Hugo Robles que finalizó sus funciones la semana pasada en la Alianza Francesa de Asunción.
¿Cuántas veces en nuestra vida damos por sentado el silencio? Vivimos en un país que se calla. Nos molestan los debates en los encuentros de amigos, por lo general nos preocupa la confrontación y optamos por esconder lo que nos molesta. Esta cultura silenciosa y asfixiante es uno de los ejes sobre los cuales gira la última obra de Hugo Robles: callarse lo que duele, callar porque no se puede, callarse porque parece que no vale la pena, callar porque es lo que se espera.
La obra nos introduce a los últimos años de vida de Bernardo y Vicente, dos ancianos que se embarcan en un paseo de la tercera edad, un viaje que unirá sus trayectos y modificará sus destinos. Frente a una temática tan dura y hasta diríamos desoladora que toca la obra, el contexto del viaje tropical permite un dinamismo juguetón y gracioso, generando un contraste necesario a los momentos dramáticos, intensificándolos y a la vez brindándonos un tiempo de respiro.
Robles, a través de su dramaturgia y como algo que hasta llega a caracterizarlo cuando aborda la temática LGBTQ+, releva y pone por escrito algunos rasgos de la memoria del colectivo: el cómo era ser gay teniendo en cuenta el contexto de la época y más allá de datos duros, hablar de la experiencia de lo cotidiano, como cuando Berni y Vicente mencionan directamente el caso de los 108 y un quemado y cómo cambió la vida de todo el colectivo hayan sido detenidos o no esa noche.
El departamento vacío, retro y en tonos grises, es el escenario principal de la obra. Un espacio geométrico cuyo único punto cálido es el jardín vertical del lado izquierdo del escenario. Las luces tienen un papel primordial a la hora de dividir los momentos entre el pasado y el presente. Sí es necesario decir, en cuanto a la puesta general, que la falta de exactitud en las transiciones entre escena y escena afectaron a la energía de la obra.
Un elenco integrado por grandes figuras, encabezado por Silvio Rodas (ganador del Edda a Mejor Actor Principal) y Juan Carlos Moreno. Ambos actores, que ya han compartido escenario en distintas ocasiones, generan esta relación que juega con el calor de encontrarse y lo furtivo de esconderse a la vista de todos: una dinámica que llega a enternecer y que logra que los momentos dramáticos sean duros de afrontar.
Fátima Fernández Mercado es la encargada de cortar los momentos de tensión a través de la comedia generada por las torpezas de su personaje, llevadas con dinamismo y energía. Completa el elenco Alan Bernal y la ganadora del Edda a Mejor Actriz Natalia Cálcena, quien nos muestra un lado duro y contenido que se va resquebrajando conforme avanza la obra y que comparte junto a Rodas una escena de varios minutos en completo silencio, la cual solo puede ser efectiva gracias al fuerte compromiso de los actores con la situación.
Del Otro Lado es sobre callarse, retener y hacer todo por no estallar. La obra refleja un problema real que ha sido congelado y encajonado en el silencio por una mayoría que no quiere escuchar. Pero tarde o temprano, hasta en Paraguay, llegará el tiempo de cruzar esa puerta.
Del Otro Lado se presentó en la Alianza Francesa de Asunción durante septiembre del 2021.
