Michel Franco nos presenta un México distópico, donde las personas de clase baja se revelan y causan una revolución en un casamiento de la alta esfera social, manteniéndolos como rehenes.
La cinta cuenta con la participación de Diego Boneta (Luis Miguel, la serie), Darío Yazbek (La casa de las flores) y Naian González Norvind (Gotham), quién es la única que actoralmente da buenos momentos y logra sobrellevar sutilmente las situaciones terroríficas que pasa su personaje.
La película cuenta con un foco bastante claro: la discriminación que sufren las personas de escasos recursos a manos de personas más privilegiadas. Ahora, como este tema fue tratado, es bastante discutible.
El problema con la cinta es que presenta a las personas discriminadas como terroristas -siendo además personas de color, en contraparte a las personas de clase alta-, lo cual no se pasó por alto en su estreno en México, donde la cinta está siendo duramente criticada y repudiada por los mexicanos, justamente por la mirada clasista y racista con la que fueron representados.
El mensaje se pierde totalmente en escenas donde la brutalidad, la violencia y el abuso sexual son totalmente innecesarias y no buscan más que “conmocionar al público”, con una revolución que recuerda a escenas de Joker solo que sin alguien que realmente entienda lo que una revolución significa y adónde se quiere llegar con eso.
El color verde está presente desde el principio hasta el final, pretendiendo mostrar lo “podrido” de la sociedad y la forma en que las personas adineradas controlan los servicios humanos (como los hospitales) a su favor, dejando a las personas de escasos recursos sin acceso a ellos.
La cinta aún está siendo proyectada en festivales europeos donde, a diferencia de México, es alabada por la crítica. En nuestro país el filme está disponible en Prime Video.