Uropsilus, tras su paso por Teatro Mbyky, estrena en su versión completa, brindándonos mayor profundidad sobre esta historia de 3 personajes que buscan subir a la superficie dejando todo y nada atrás.
Uropsilus, plantea la búsqueda de Chela, Peluca y Fatiga de ese “otro mundo mejor posible”, con la convicción de que el lugar en el que sobreviven es donde los expulsaron. La convicción política y poética de que tienen derecho a nuevas realidades los impulsa a buscar alternativas para alcanzar un sueño de muchos años. Sin embargo, esta decisión no está exenta de contradicciones, ir o quedarse genera miedos y situaciones que deben superar para alcanzar el espacio donde los sueños tengan cabida; un escenario para actuar, el sol, un pedazo de tierra seca para vivir y cultivar. Pero ese camino no es individual, sino un esfuerza colectivo que deben fortalecer para avanzar.
Si pudiste asistir a Teatro Mbyky, específicamente en su segunda edición, ya sabrás sobre que trata la obra y el estilo del planteamiento, aunque en esta oportunidad fuera de los límites de los 15 minutos, tres personajes y la parte técnica, todo se ha ampliado desde ese primer paso, dando un gran salto tanto en la puesta de escena como en la profundidad de la historia y de los personaje involucrados.
Un punto plenamente positivo de la obra es que, desde que entras a la sala te sorprende, llevándote a las profundidades de un mundo subterráneo y prácticamente abandonado, tanto figurativa como simbólicamente, a través de un planteamiento escenográfico simple pero bastante efectivo al integrarte con la atmósfera y el contexto de la obra, desde antes de llegar al sitio principal donde se desarrolla. La sala García Lorca de la Manzana de la Rivera, fuera ser un teatro lujoso, es más bien un espacio alternativo donde se pueden desarrollar diversas Performances y es una perfecta elección para el desarrollo de esta obra en específico, algo que Ana Mello, la directora de la puesta ha sabido aprovechar.
Un simple andamio, se convierte en el escenario de la obra, muy bien utilizado tanto para crear momentos como para dar un toque diferente a la puesta, con este juego de alturas utilizado en la interacción de los personajes, potenciado por un bello diseño de luces, el cual a mi criterio hace absolutamente todo dentro de la puesta escenográfica, por momentos haciendo incluso que la estructura se vea aún más alta y puedas ver la superficie del otro lado, este aspecto se combina con un diseño de sonido bien trabajado y especialmente preciso. La estructura estuvo complementada con ciertos accesorios, en su mayoría «basura» que reemplaza elementos de construcción y hasta objetos cotidianos, pero que también cuentan algo en esta historia al ser utilizados por estos 3 sujetos.
En cuanto a las actuaciones el personaje más destacado personalmente creo que es «Fatiga», interpretado por Carlos Ledesma, quien si bien al principio comenzó un poco débil se va llevándo la atención del público y en especial la risa con un personaje bastante carismático e inclusive tierno con una vibra de «buen tipo» que gana tu cariño, por otro lado, tenemos al personaje de Chela interpretada por Jazmín Mello quien marcas las reglas con este personaje duro y revolucionario al lado de Peluca, un poco más señorón y quien se encarga de llevar un poco más ese toque emocional.
La obra tendrá funciones los Jueves a las 20:30 Hs y los Sábados a las 21 hs. en la Sala Federico García Lorca de la Manzana de la Rivera (Ayolas 129 e/ Benjamín Constant y El Paraguayo Independiente) con entradas a 15.000 Gs.